lunes, 4 de octubre de 2010

EXPEDICIONES RIOPLATENSES

Expediciones rioplatenses
La Primera Junta de Buenos Aires en una de sus primeras medidas creó un ejército especial, el Ejército del Norte (inicialmente denominado Ejército del Perú) para enfrentar a las tropas realistas en el Alto Perú, y después del fusilamiento del ex virrey Santiago de Liniers, lo puso al mando político de Juan José Castelli, uno de los líderes revolucionarios más radicales y con Antonio González Balcarce como jefe militar. En un primer momento, tras la derrota en el Combate de Cotagaita del 27 de octubre de 1810, las tropas independentistas vencieron a las realistas en la batalla de Suipacha el 7 de noviembre, tomando el control del Alto Perú. En Potosí una junta depuso a Paula Sanz, en Chuquisaca fueron apresados el mariscal Nieto y al general Córdova y el 19 de noviembre también en La Paz el intendente Domingo Tristán se pronuncio a favor de la junta de Buenos Aires. Durante su gobierno Castelli tomó medidas drásticas que le ganaron la enemistad de gran parte de las clases acomodadas, como fusilar a los jefes realistas, entre ellos al gobernador presidente de la Audiencia de Charcas, mariscal Vicente Nieto, al intendente de Potosí, Francisco de Paula Sanz, al general Córdova y al obispo de La Paz, así como confiscar los bienes de los realistas. El general Juan Martín de Pueyrredón fue nombrado presidente de la Audiencia de Charcas.
El 25 de mayo de 1811, en las ruinas de Tiahuanaco y frente a una asamblea multitudinaria integrada por quechuas y aymaras, anuló el sistema de castas colonial, declaró la igualdad de razas y dispuso que cada intendencia enviaría un diputado indio al Congreso General. Cometió también la imprudencia de mostrar una actitud antireligiosa frente a poblaciones profundamente religiosas y finalmente detuvo la persecución de las fuerzas realistas dándoles tiempo a su reorganización. Poco después, el general realista José Manuel de Goyeneche, quien había pactado un armisticio de cuarenta días el 14 de mayo de 1811, organizó un gran ejército en el virreinato del Perú y derrotó a las tropas del Ejército del Norte en la batalla de Huaqui, el 20 de junio de 1811. Como consecuencia de esta batalla, Goyeneche se apoderó de La Paz y Cochabamba, luego avanzó hacia Chuquisaca derrotando a las tropas revolucionarias en la Batalla de Sipe Sipe el 13 de agosto, entrando luego en Potosí que había sido abandonada por Pueyrredón llevándose los caudales.
Juan Manuel Cáceres inició una revuelta en La Paz, pero fue derrotada por tropas indígenas. El 29 de octubre de 1811, Esteban Arce recuperó Cochabamba para los revolucionarios, pero tras la derrota de Pocoma el 24 de mayo de 1812, la ciudad volvió a manos realistas el 27 de mayo. Fuerzas rioplatenses al mando del general Eustaquio Díaz Vélez fueron derrotadas en Nazareno el 12 de enero de 1812.
Castelli fue reemplazado en el mando del Ejército del Norte por el abogado y también líder independentista Manuel Belgrano quien inició una Segunda Expedición al Alto Perú. Luego de derrotar a las tropas realistas al mando del general realista Pío Tristán en Tucumán y Salta las tropas argentinas volvieron a entrar a Potosí el 21 de junio de 1813. Belgrano nombró como gobernador de Potosí al coronel Figueroa, de Cochabamba al coronel Álvarez de Arenales y de Santa Cruz al coronel Warnes, como presidente de Charcas nombró a Francisco Antonio Ortiz de Ocampo. Sin embargo Belgrano tampoco tuvo éxito en esta campaña porque fue derrotado por el Ejército Realista, ahora al mando del Brigadier Joaquín de la Pezuela, en las batallas de Vilcapugio el 1 de noviembre de 1813 y Ayohuma, trece días después. Como consecuencia de estas derrotas, el Alto Perú volvió al control realista, bajo el virreinato del Perú y Belgrano se retiró a Jujuy.
Ignacio Warnes y Álvarez de Arenales continuaron la resistencia, consiguiendo este último las victorias de La Florida (24 de mayo de 1814) y Postrer Valle (4 de junio), el 5 de agosto fue vencido en Sumarpata. El 24 de septiembre de 1814, La Paz cayó nuevamente en manos de una insurrección revolucionaria, pero fue recuperada por los realistas en noviembre.
Tras asumir brevemente el mando del Ejército del Norte el general San Martín, pasó luego el mando al general Rondeau, quien condujo la Tercera Expedición al Alto Perú, reconquistando Chuquisaca y Cochabamba y logrando la victoria en la batalla de Puesto del Marqués el 17 de abril de 1815, entrando poco después en Potosí. En octubre, los realistas al mando de Pezuela triunfan en Venta y Media y luego también en Sipe Sipe (o Viluma) el 29 de noviembre de 1815, lo que provocó la nueva caída del Alto Perú en manos realistas, retirándose el Ejército del Norte hasta Humahuaca, en la actual provincia de Jujuy.